Hace ya algún tiempo que nos rondaba esta idea por la
cabeza. Nuestro pabellón estaba un poco triste, un poco gris.
Todo surgió cuando un día subimos a llevar los tapones al
pabellón de Primaria, y observaron las escaleras y su curiosidad por leer
las letras…
Entonces leímos y reflexionamos un poco sobre ellas. No decían
cosas feas, como a veces se nos escapan cuando estamos enfadados, si no que eran palabras alegres, divertidas y muy cariñosas. Y allí se quedan, en los
escalones, para recordarnos cada vez que pasemos por hall y subamos al piso de arriba, que
en el cole venimos a aprender a… aprender a jugar, aprender a trabajar, aprender a respetar a los demás, aprender a
compartir y a querernos más.
Así que, cuando llegamos a clase, en la asamblea, un niño nos
planteó que por qué no hacíamos lo de las letras en nuestras escaleras, y así
fue como comenzamos este proyecto. Propuse que cada uno pensara en algo
bonito que le gustaría ver siempre, que le motivara, y que fuera super importante en el cole, y de esa palabra haríamos una
pequeña frase, pero muy especial. Hicimos una lluvia de ideas, apunté todas y cada una de ellas y ya luego le di
forma.
Y para desarrollar mejor este proyecto, cada mes estamos trabajando un día a la semana el significado y el valor de cada frase, a través de cuentos, canciones, fichas, dibujos, etc.
¡Mirad el resultado, qué bonito se ha quedado!
Y aquí cada niño protagonista de su frase…
Espero que os haya gustado esta idea.
Hasta la próxima.
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