jueves, 2 de febrero de 2017

30 DE ENERO – DÍA DE LA NO VIOLENCIA Y LA PAZ -“EL COLOR DE LA UNIDAD
  
En el centro San Ginés de la Jara donde vivimos y estudiamos, donde nos divertimos y nos formamos como personas, estudiantes y maestros, el pasado 30 de enero, Día de la No Violencia y la Paz, manifestamos nuestro derecho a la libertad y la paz.


 Y para celebrar este día se contó un cuento. Estad muy atentos...
  
Un día estaban todos los colores juntos y empezaron a discutir…

El verde dijo: “Soy símbolo de la vida y esperanza. Cubro el campo y las hojas”.

El azul interrumpió: “Tú sólo piensas en la tierra, pero también debes pensar en el cielo y el mar. El agua es el fundamento de la vida. El cielo da espacio, paz y serenidad”.

El amarillo dijo: “Vosotros sois tan serios; yo traigo risa y alegría. El sol es amarillo; al mirar un girasol todos sonríen, sin mí no habría diversión”.

El anaranjado replicó: “Yo soy el color de la salud y la fortaleza. Llevo las vitaminas más importantes, pensad en la zanahoria y naranja. Cuando lleno el cielo y el amanecer o a la caída del sol, mi belleza es la más impresionante”.

El rojo gritó: “Soy el que gobierna, soy la sangre de la vida. Estoy dispuesto a luchar por la causa, traigo el fuego de la sangre, soy la pasión y el amor”.

El violeta dijo: “Soy de la realeza, el poder. Los reyes, comandantes y obispos siempre me han escogido porque soy el símbolo de autoridad y sabiduría, la gente me escucha y obedece”.

Finalmente el añil habló: “Soy el color del silencio difícilmente me notaré pero sin mí todo sería más superficial. Represento el pensamiento y la reflexión”.

Los colores siguieron alardeando, cuando hubo un destello sorprendente. La lluvia comenzó a caer implacable, los colores se agacharon y con temor se acercaban el uno con el otro para abrigarse.

La lluvia dijo: “Pero vosotros colores necios lucháis entre sí cada uno tratando de dominar al resto. ¡No sabéis que cada uno fuisteis hecho con un propósito especial, único y diferente!
Cogeros de las manos y venid a mí”.

La lluvia continuó: “De ahora en adelante cuando llueva os uniréis y cruzaréis el cielo formando un gran arco de color como recuerdo que todos podemos vivir en paz”.

El arcoíris es símbolo de esperanza para el mañana, así que cada vez que la lluvia baña la tierra, un arcoíris nace en el cielo ayudándonos a recordar que el mundo pide amarnos unos a otros.

Nos han hecho diferentes, pero cuando estamos unidos creamos la más grande acuarela, la pintura de la unidad.

Este cuento nos recuerda mucho a lo que pasa día a día. Conscientes de que habitamos un mundo con demasiadas experiencias de guerra y de violencia.
Cada uno de nosotros solos no podríamos construir un mundo mejor, pero si todos aprovechamos lo bueno que nos han dado lograremos juntos dar color a lo que nos rodea…

¿Te apuntas?


Para representar este compromiso unimos todo lo bueno que cada uno tenemos para dar a los demás y juntos formamos una cadena de colores, para que pudieran contar con nosotros, para darle color a la vida. La cadena de colores recorre los pasillos del centro hasta la palabra PAZ, que está en la entrada



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